El equipo de mayordomía de nuestra Hermandad ha concluido el montaje del Triduo al Santísimo Cristo de las Misericordias, que a falta de unos últimos detalles, ya se puede contemplar en la Iglesia de la Santísima Trinidad.
Tendrá lugar durante los días 27, 28 y 29 de enero, comenzando a las 8 de la tarde, con el siguiente orden de cultos: Rezo del Santo Rosario, Ejercicio del Triduo y Santa Misa Rezada, al terminar el Evangelio, Homilia, y al terminar el Santo Sacrificio, Oración y Salve Solemne a Nuestra Madre y Señora de los Dolores. Ocupará la Sagrada Cátedra el Rvdo. Sr. D. Andrés Rodríguez Díaz, Capellán Castrense del Acuartelamiento Aéreo de Tablada y Párroco de la de Nuestra Señora de Loreto de Sevilla.
El Domingo día 30 de enero se celebrará a la 1 de la tarde, Función Solemne en honor del Santísimo Cristo de las Misericordias, predicada por el mismo Orador Sagrado.
Los días del Triduo, la parte musical estará a cargo del Coro de la Hermandad. En la Función Solemne estará a cargo de la Camerata Nuestra Señora de los Dolores, de órgano y voces, compuesta por cuatro integrantes de la Coral Polifónica Nuestra Señora de los Dolores.
La Imagen de Nuestra Señora de los Dolores para los cultos y para el tiempo ordinario a la espera de un nueva Cuaresma, está ataviada con el terno color berenjena, corona de salida y tocado de tul bordado en hojilla de oro.
La Imagen de Santa María Reina de Todos los Santos, está ataviada para este tiempo ordinario, en el que celebraremos en pocos días la Fiesta de la Luz, popularmente conocida como la Candelaria. Por ello, porta una vela con flores de cera, realizada y donada por Cerería de la Merced, que desde aquí agradecemos profundamente ese gesto que tienen anualmente con nuestra Titular Letífica. El Divino Niño se muestra ataviado con el típico matillón de cristianar en alusión también a esta festividad.
Ofrecemos este Triduo al Señor por el fin de la pandemia, el alma de los fallecidos y la salud de todos los enfermos, con la responsabilidad de adoptar todas las medidas de seguridad para poder manifestar nuestra fe y rendir culto al Señor.