Cuando ya ha pasado un día de uno de los actos más importantes de cuantos estamos llevando a cabo con motivo de la Coronación Canónica de la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores y cuando ya hemos sido capaces de digerir y asimilar tantos sentimientos, tantas emociones, tantas ilusiones y por qué no decirlo, tanta incertidumbre y tanto nerviosismo. Cuando ha pasado el tiempo suficiente para relajar cuerpo y mente y hemos tomado el reposo y la tranquilidad ante tanta intensidad, nos disponemos a dar las gracias, pues sabemos que en el acto de presentación de la corona de Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores se dieron todos los elementos para que resultara un acto emotivo, solemne, elegante, medido y modestia aparte, exquisito de principio a fin.

Hoy toca dar las gracias en primer lugar al Ayuntamiento de nuestra ciudad representado en este caso por el Sr Delegado de Cultura y Fiestas, D. Manuel Lobato Reinoso y a todo el personal de la Delegación, en especial Javier Jiménez, Chema y Eduardo, por prestarnos toda la colaboración, por cedernos ese lugar mágico de los Jardines del Palacio de Orleans y Borbón y por su entera disposición para que todo saliese tal y como salió.

Al maestro de ceremonias del acto, nuestro querido amigo hermano y vestidor de Nuestra Señora de los Dolores, Antonio Bejarano porque con su voz y su palabra acertada, discreta emocionada y certera, supo mantener el ritmo del acto sin tomar protagonismo y poniendo todas los ingredientes para no restar ni un ápice de importancia a la esencia de lo que allí se presentaba.

A Manuel Valera, a Mari Ángeles, a su familia y taller, por su amistad, su complicidad, su comprensión, su paciencia, su cariño, su profesionalidad, su buen hacer y su entrega en la creación de la mayor joya que a partir de ahora tendrá Nuestra Madre. Una corona digna de quién la va a lucir, pensada para Ella, realizada con todo el esmero, todo el cariño y toda la dedicación por y para Ella. Damos gracias al Señor por poner en nuestro camino a estas personas, porque sabemos que las casualidades no existen y ha sido el Señor a través de su Madre el que ha hecho posible esta conjunción perfecta. No se nos ocurre que haya sido de otra manera. Gracias también por ese regalo para la Señora en forma de Cruz Pectoral que reproduce la que remata la corona.

Una vez más a todas las personas que con sus donaciones en forma de exvotos, han hecho posible que todo el oro con el que se ha confeccionado la corona sea del pueblo de Sanlúcar, de sus hermanos y devotos en prueba de amor filial a la Madre de Dios.

Gracias al Sr. Arcipreste de la ciudad, D. Ángel Pérez del Yelmo por honrarnos con su presencia y por sus palabras de aliento.

A D. José Palomas, Director Espiritual de la Hermandad por estar presente de forma siempre discreta en todos nuestros actos. Nos sentimos muy arropados por él en el día a día y en todo momento.

Al Sr. Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías D. Antonio Rodríguez y a todos los Hermanos Mayores y miembros de Junta de Gobierno de las Hermandades que quisieron compartir con nosotros estos momentos de alegría.

A nuestro hermano José Ramón Pérez Saborido y a Claudia Alcántara Valdera, que interpretaron a piano y violín la música perfecta para cada momento.

A los medios de comunicación que asistieron y que dieron la cobertura necesaria y la difusión al acto y que están siendo piezas claves para que todo lo relacionado con los actos y cultos que estamos celebrando con motivo de la Coronación, lleguen a conocimiento de tantas personas.

A nuestro hermano Carlos Hermosilla y al Hotel Guadalquivir que siempre están dispuestos a colaborar en todo cuanto le pedimos.

A Antonio Luis González Garrido, nuestro amigo Machu, que se puso a disposición completa de la Hermandad para que pudiésemos brindar por la Coronación Canónica con una copa de Manzanilla La Gitana, cedida una vez más gentilmente por las Bodegas Hidalgo-La Gitana, colaboradora en todo en la persona de Fermín Hidalgo.

A nuestro hermano Jesús Guerrero, que realizó el obsequio que fue entregado a Manuel Valera, una reproducción de las antiguas manos de la Virgen en un magnífico relicario.

A nuestro hermano Daniel López, que se encargó del exhorno floral del acto, colaborando siempre de forma desinteresada.

Al modisto Ismael Domínguez, por la donación y la realización del paño que cubría la urna en la que se presentó la corona.

A todas las personas que de una forma u otra hicieron posible este acto y se pusieron a disposición de la Junta de Gobierno para que todo se desarrollara a la perfección.

Y por supuesto, a todos los asistentes al acto que desbordaron todas nuestras previsiones, que nos hicieron cambiar la ubicación inicial y que sin saberlo hicieron mágica la noche, que se prolongó hasta la mañana.

Muchas gracias a todos y os esperamos en todo los que nos queda por vivir.

Que la Sierva, Madre y Reina de los Dolores os lo premien y os proteja siempre.