Stabat Mater Dolorosa, iuxta crucem lacrimossa. Así, al pie de la Cruz tal como leemos cada Viernes de Dolores y cada 15 de septiembre en la secuencia, se nos presenta la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores para su anual septenario doloroso.

Preside el dosel un óleo sobre tabla de Cristo muerto en la Cruz, de autor desconocido, propiedad de la Hermandad, flanqueado por dos lámparas. La Imagen de Nuestra Señora de los Dolores viste terno negro bordado en oro del siglo XVIII y porta corona de plata de la misma época, con un tocado muy despejado, que acentúa el dolor de su rostro.

Las tablas pintadas del antiguo cancel de la iglesia presiden los doseles del banco del altar, donde se han colocado las credenciales. Y una gran cantidad de cera ilumina a la Señora, amén de las cinco lámparas de araña que se sitúan en el arco del presbiterio.

Una vez más, la mayordomía de la Hermandad ha vuelto a crear un maravilloso altar, que sin lugar a dudas nos servirá para que este septenario sea fructífero en la meditación y en la vivencia de los Dolores de María.