CENTENARIO REORGANIZACIÓN
HERMANDAD DE LOS DOLORES
POR EL GREMIO DE CARNICEROS Y CHARCUTEROS DE LA PLAZA DE ABASTOS
1924 – 2024
En este año 2024 nos encontramos celebrando el centenario de la reorganización de la Hermandad por el gremio de carniceros y chacineros del Mercado de Abastos.
Sirvan estas líneas para dar a conocer la poca información que tenemos de esa época, pues los archivos de la Hermandad lamentablemente se perdieron en el siglo XX.
Nos remontamos al año de 1732, en el que se fundó en la Iglesia de la Santísima Trinidad una Confraternidad y Orden Tercera de los Siervos de María Santísima de los Dolores, que tenía como titular a la actual Imagen de Nuestra Señora de los Dolores. Posteriormente, la imagen va adquiriendo una devoción cada vez mayor en la Sanlúcar de la época, sin embargo en los años posteriores sufrió una época de decadencia, que no fue ajena a muchas corporaciones servitas.
Por todo lo ancho y largo de Andalucía se fundaron Fraternidades de la Orden Tercera o Seglar, así como Cofradías. Dado que los Frailes Servitas se hallaban ausentes de España desde 1835 con la desamortización de Mendizábal, muchas de estas corporaciones andaluzas fueron enfriándose en su primitivo fervor y fueron perdiendo sus características Servitas.
Así es como llegamos al siglo XX en el que la Hermandad y por tanto la devoción a la Imagen de la Virgen de los Dolores, toma nuevos bríos gracias a un buen grupo de carniceros y chacineros del Mercado de Abastos que tomaron las riendas de la Hermandad.
El 1 de mayo de 1924, el gremio de carniceros y chacineros de la Plaza de Abastos y sus inmediaciones se reunió para darle un empuje a la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, siendo el principal promotor D. Antonio Peña Mesa. El 11 de mayo se envía un proyecto de estatutos al Arzobispado de Sevilla, que finalmente los aprueba el 19 de febrero de 1925. Ese mismo año, la Hermandad hace Estación de Penitencia con más de doscientos hermanos, frente a los ciento cincuenta y cinco que tenía en la nómina del año anterior.
Hasta la reorganización, la Hermandad tenía una filosofía muy distinta a la que adquirió a partir de esa fecha, pues se trataba de una cofradía esencialmente servita, con la austeridad y la idiosincrasia propias de estas corporaciones. A principios del siglo XX se pierde la vinculación con la Orden de los Siervos de María y cuando se reorganiza empieza a adquirir el carácter popular que hasta nuestros días ha conservado.
No obstante hoy día conserva parte de la esencia de la Orden Servita pues los primitivos enseres que en la actualidad se siguen utilizando-el lábaro y la cruz de guía- nos evocan el pasado servita de la Hermandad, así como el palio de la Virgen, que aunque su ejecución es posterior-años 50 del siglo XX-, la Junta de Gobierno de la época optó por realizar un palio de carácter austero y serio, no sabemos si por casualidad o por rememorar el pasado servita de la Hermandad.
Tal fue el empuje de los hermanos reorganizadores, que el día 13 de septiembre de 1926 organizaron una corrida de toros humorística, que fue todo un éxito y que gracias a esos beneficios se pudieron adquirir muchos enseres, algunos de los cuales, como la peana o los respiraderos que se conservan hoy en día.
A partir de la reorganización la Hermandad empieza a prosperar de nuevo y en 1934, se produce otro hito en su historia: la incorporación como titular de la imagen del Santísimo Cristo de las Misericordias.
Se trataba de una imagen que se había encontrado un año antes en el Convento Hospitalario de San Juan de Dios, en la calle Misericordias –de ahí su nombre- y que al año siguiente y una vez restaurada por el escultor Manuel Pineda Calderón ya hizo Estación de Penitencia el Miércoles Santo. La Imagen se encontró mutilada en 1933 durante unas obras de la bodega, por aquel entonces propiedad de la familia García Monge y para que se pudiese incorporar como Titular a la Hermandad, hubo de firmarse un contrato de depósito en el que se decía que la Imagen del Cristo era propiedad de la Parroquia de la O. Por lo tanto, aunque exista el citado contrato de depósito, podemos asegurar que la Imagen nunca perteneció a la Parroquia de la O como se ha afirmado en muchas ocasiones hasta el día de hoy.
Aunque la reorganización de la Hermandad se produjese más de ciento noventa años después de la fundación de la Hermandad en 1732, fue de una importancia crucial en su historia, pues los carniceros y chacineros del mercado de abastos llegaron a una Hermandad que hacía su salida procesional por los alrededores de la feligresía de una forma muy austera y le dieron un esplendor desde ese momento, que con los avatares de la historia se fue acrecentando hasta lo que conocemos hoy.
Si bien es cierto que la permanencia de los carniceros en el timón de la Hermandad fue muy corta en el tiempo, su presencia dejó una huella imborrable, y desde ese momento nunca volvió a ser la misma, pues perdió el carisma de los Siervos de María y adoptó un carácter popular que ha llegado hasta nuestros días.
Como prueba de ello, todavía recordamos orgullosos el apelativo de Hermandad de la Pringue, que en aquella época se le dio.