De nuevo en la Trinidad se alza el altar del Señor de las Misericordias, para celebrar su Triduo de Reglas.

El Solemne Triduo comenzará esta tarde a las 20 h. presidido en el día de hoy por el Rvdo. Sr. D. Francisco Varela Figueroa, Párroco de la de Nuestra Señora de la O de nuestra ciudad. El resto de los días, incluida la Función Solemne, ocupará la Sagrada Cátedra el Rvdo. Sr. Fray Martín Alexis González Gaspar, O.P. del Convento de Santo Domingo de Guzmán de Torrent, Valencia y hermano de esta Hermandad.

En la parte inferior del mismo, se exponen todas las Reliquias que la Hermandad venera, es decir, el fragmento donado por el Padre Alexis del autentico sepulcro de Cristo; el fragmento del lugar donde flagelaron a Cristo traido de El Lithostrotos; las Santas Reliquias de los Siete Santos Padres Fundadores de la Orden Servita; la Reliquia de la Beata María Guadalupe Ricart Olmos y el Capillis Beatae Virginis Mariae, fragmento del verdadero cabello de la Santisima Virgen.

Bajo las plantas de la Imagen de la Santisima Virgen de los Dolores se dispone el Sagrario, recuperando el rito litúrgico del conopeo. El conopeo es un velo que cubre el sagrario siempre que se encuentre la Reserva Eucaristica, es un signo de la tienda del tabernáculo del Arca de la Alianza. El conopeo, además, tiene una función práctica, pues indica que el Santísimo está en su interior.

Nuestro más sincero agradecimiento al Sr. Párroco de la O, D. Francisco Varela y al Sr. Vicario Parroquial de la misma, N.H.D. Juan Franco, por la cesión del resplandor, del frontal de altar y de varios objetos litúrgicos de la Parroquia.

Asimismo, agradecemos a todos los hermanos que en estos dias han levantado este efímero altar, bajo la coordinación del equipo de mayordomía de la Hermandad. Un altar que nos acerca aún más al misterio de la Redencion de Dios y que nos alienta a vivir con mas intensidad estos cultos en honor y gloria de Jesucristo en el título del Santisimo Cristo de las Misericordias, rodeados de verdaderos signos liturgicos que nos invitan a pronfundizar y a vivir con más intensidad la Santa Eucaristia.

El Santisimo Cristo de las Misericordias se nos muestra ante un magnífico resplandor a modo de dosel bajo, escoltado por multitud de cirios con los se que hace referencia al profeta Isaías: Jesucristo, Luz de las naciones (Is 49). Cristo es luz y no solamente para el pueblo de Israel, sino para toda la humanidad. Poniéndonos frente a Él, nuestras vidas serán iluminadas por su eterna Misericordia. Permitamos que Cristo ilumine nuestras vidas y que podamos iluminar a nuestros hermanos. Que hoy y siempre seamos la luz para todos los que en nosotros buscan consuelo.