La mayordomía de nuestra Hermandad, ha montado para este año tan especial, en el que vuelve a celebrarse el Septenario como siempre se hizo, un altar extraordinario, cargado de belleza y simbolismo.
El altar efímero es una recreación de un altar de septenario que se instaló en la iglesia de la Trinidad a principios del siglo XX, antes de 1934, en el que se incorporó el Cristo de las Misericordias a la Hermandad. Para ello, la mayordomía ha contado con el asesoramiento artístico de N.H.D. Juan Manuel Jurado Moreira y la colaboración de D. Óscar Torres Barba.
En estos tiempos de pandemia, tiene especial significación esta recreación pues posiblemente de esta manera procesionaría la Virgen en sus procesiones de rogativas tal como consta en el Acta Capitular del Excelentísimo Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, pues en Cabildo celebrado el día 27 de marzo de 1817, la Corporación Municipal a instancia de los Hermanos de la Esclavitud de Nuestra Señora de los Dolores, aprobaba sacar procesionalmente la imagen de Nuestra Señora de los Dolores en rogativa para pedir lluvia así como la asistencia de la Corporación Municipal a dicha procesión de rogativas.
Ante un dosel negro, con gotera de madera tallada y dorada y flanqueada por dos ángeles lampareros, la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores aparece entronizada sobre su peana de salida, y bajo el palio de traslado que bajo el diseño de N.H. D. Jesús Guerrero, bordó en oro el taller de la Hermandad. Magníficamente ataviada por su vestidor D. Antonio Bejarano Ruiz, con la saya y manto del siglo XVIII, que restauró el taller de Carrasquilla en 2008, con los que aparece en los antiguos grabados. Porta la corona de plata de estilo rocalla del siglo XVIII, enjoyada para esta ocasión tal y como se nos mostraba a la Santísima Virgen llena de joyas a modo de exvotos y peticiones de sus devotos a principios del siglo XX. La Imagen de la Señora de los Dolores estrena un rosario antiguo de azabache y plata de ley del siglo XIX, donado por una familia de hermanos. Asimismo estrena un collar de perlas cultivadas y oro, y un broche de plata con incrustaciones de diamantes y piedra de ágata blanca, donados por N.H.D. Antonio Mora La Orden.
Flanquean a la Imagen de la Virgen, en un escalón inferior, las Imágenes de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, formando la Sacra Conversación, iconografía que se empezó a utilizar con Imágenes en Sevilla a mediados del siglo XIX en la Hermandad del Valle, que la utilizó hasta 1903, aunque surgió en la pintura renacentista del Quatroccento italiano.
En el centro del banco del altar, sobre un manifestador de madera dorada, se sitúa una Imagen del siglo XVII de excelente factura de San José, en madera policromada y estofada, en alusión al Año Jubilar decretado por la Santa Sede en honor del co-Patrón de la Orden de los Siervos de María el Patriarca San José con motivo del CL aniversario de la proclamación como Patrón de la Iglesia Universal. De igual modo, se ha engalanado el retablo de la Imagen de San José de nuestra Sede Canónica.
Las Imágenes de San Juan y Santa María Magdalena han sido cedidas por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista de Trebujena, a la que agradecemos profundamente su colaboración.
El exorno floral está compuesto por claveles y calas de cera, realizadas por Cerería Virgen de la Merced y dispuestas sobre las jarras del paso de la Señora. La cera se ha colocado sobre candeleros y candelabros con tulipas.
Para la mesa de altar, se ha utilizado el frontal de altar de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en madera dorada, con fondo de brocado blanco, y con los mismos candeleros de madera dorada que se usaron en el altar que se ha recreado, cedidos por la Hermandad de la Santa Caridad. Tanto el crucifijo de la mesa de altar, como la Cruz de Guía, aparecen velados, tal como mandaba la liturgia a partir del V Domingo de Cuaresma. Sobre la mesa de altar se ha colocado un importantísimo relicario que contiene una reliquia que posee nuestra Hermandad del lugar donde Cristo fue flagelado.
El Sagrario se ha dispuesto en el banco del retablo de la Imagen del Señor de las Misericordias, flanqueado por dos candelabros de plata.
Una vez más, felicitamos al equipo de mayordomía, capitaneado por N.H.D. Juan Manuel González Campos, que especialmente este año ha realizado un esfuerzo adicional, con un nuevo formato de altar, multitud de elementos y una disposición de la cera novedosa.
Agradecemos la colaboración de N.H.D. Juan Manuel Jurado Moreira y de D. Óscar Torres Barba, sin cuya implicación no hubiese sido posible conseguir este resultado, y a todas las personas y Hermandades que lo han hecho posible.
Se ha materializado de forma exquisita una parte de nuestro pasado, que cobra de nuevo importancia en estos tiempos de rogativas. Un altar por y para la que es Sierva, Madre y Reina de los Dolores. Mater Dolorosisima ora por nobis.